Aunque el miedo carcoma y algún día se deba aterrizar…
Le extiendo una invitación a su inconsciente,
Para que se pasee en los senderos,
Éstos, que el mío ha preparado para su placer.
A las palabras que sus labios no han resuelto pronunciar,
Les ofrezco mi piel,
Para que la usen cual lienzo libre,
Y así puedan plasmar
Todo aquello que aún no logran decir.
He guardado, recelosa,
Compartimentos secretos,
Para que sus desvelos encuentren descanso.
Y una nube de caricias,
Tengo dispuesta,
Para cuando sus pies dejen de regalarle besos al suelo.
He ahorrado sonrisas,
Para los chistes que hemos olvidado contar,
Y elaboradas cenas,
Para saciar el hambre de nuestros huesos.
Las preguntas que sus ojos no dejan de formular,
Encontrarán respuestas
Al posar su cabeza sobre mi pecho.
Y entre arpegios,
El aire encontrará sus colores.
Tengo al corazón listo,
Para sincronizarse al ritmo de sus pestañas,
Y un libro en blanco,
Para mejorar la historia.
He aprendido el arte de esperar,
Para cuando sus sueños se pierdan en el camino.
Y he apostado contra las aves,
Mis raíces por sus plumas,
Permitiéndome perder el abismo.
Y he decidido volar,
Sólo si usted vuela conmigo.