28 de octubre de 2013

He resuelto soñarle

He resuelto soñarle,
En los rostros perdidos de la calle,
Me percato imprimiendo sonrisas,
Queriendo reproducir la que alguna vez le pillé en un descuido.
Sonrisa cálida y sincera,
Sedienta,
Sonrisa rebelde, 
Sonrisa impertinente.

He resuelto soñarle,
Complacer las esquinas de mi cama,
Con el recuerdo de su cuerpo,
Tan suyo como mío,
Tan mío como la memoria en la que permanece intacto;
Sus manos jugueteando,
Dibujando hábilmente litorales en mi espalda,
Donde la carretera por la que su lengua transita
Se rinde ante el consumador deseo.

He resuelto soñarle,
Cuando el aroma de su alma
Merodea mis desvelos,
Cuando desde el universo oculto de sus miedos,
Se disfraza de excusa cualquier motivo,
Cuando ha intentado olvidarme,
Y cuando, derrotado por sí mismo,
Encuentra la forma de volver.

He resuelto soñarle,
Pasear a su lado,
Besar sus manos,
Acariciar su cabello,
Soñarle feliz,
Despierto,
Soñarle a mi lado,
Soñarle riendo,
Soñarle llorando,
Cuando la luz se apaga,
Y en cada amanecer,
He resuelto soñarle en noches frías,
Cuando el calor me desnuda,
Soñarle cuando viene,
Soñarle al partir.
He resuelto soñarle,
Porque así me lo invento,
Así lo dibujo y desdibujo
Y más aún,
Porque así,

Lo puedo sentir.