Cuando todo
se resume y no quedan más adioses,
Que ese
último respiro
El que esperábamos se alargara hacia la eternidad.
El que esperábamos se alargara hacia la eternidad.
Cuando todo
se resume a un hoyo,
A una
lágrima,
A una caja y
a un perdón.
Perdón que pedimos
por los pecados de otro,
Para nuestra
propia culpa limpiar,
Para
sentirnos parte de algún acto de liberación;
Es ahí cuando inventamos paraísos,
Para reconfortarnos el alma,
Para no sentirnos
traidores al quedarnos,
Al vivir;
Para poder
reír en paz,
Comer con
hambre y dormir con sueño.
Cuando todo
se resume a una fosa,
No importa
quién quiso más,
Quién lloró
menos,
No importa
si fue bueno o malo,
Ya no se
miden sonrisas, ni se pesan lágrimas.
Cuando todo
se resume a ese momento,
A ese
respiro,
A esa última
mirada al ahora,
Cuando nos
resumimos al borde del precipicio,
El que desde
pequeños nos enseñaron a evadir,
Cuando
saltamos,
Y contemplamos
en el vacío,
Cuántas veces
antes decidimos morir,
Cuántas veces
antes vivir fue la única opción,
Cuando todo
se resume a un poco de tierra,
Si caminamos
o dormimos,
Si vivimos o
morimos,
Si respiramos
o matamos,
Deja de existir,
Deja de
importar.
Porque ahora,
Ahora que nos resumimos,
No somos más que un puñado de recuerdos,
Tan volátil
como quién nos conoció,
Tan bondadoso
como la lengua de quien nos mencione,
Tan fuerte
como su memoria,
Tan distante
como nuestra voz.
Cuando todo
se resume,
No queda
nada que resumir…